Nota: Antes que nada vale la pena aclarar que la siguiente historia tiene un contexto homosexual por lo cuál si no son afanes a este tipo de historia les pido de favor que no lean.
La historia es basada en personajes de la famosa animación japonesa/cómic japonés llamada Fairy Tai de Hiro Mashima. Teniendo como en principal contexto el emparejamiento de Gray con Natsu así que si no te agrada por favor no leas, Gracias.
001: Comienzo
En medio de un ambiente sin vida, lleno de muerte a su paso, en medio de todo ese ambiente había una pequeña luz, una pequeña luz que trataba de crear la esperanza en los corazones de las personas, la esperanza que se había perdido tras una enorme y cruel lucha, en el interior de esa luz dos cuerpos se hallaban. Dos cuerpos que luchaban firmemente por mantenerse juntos, mientras la fatiga que invadía sus mentes y corazones se hacía cada vez más inminente.
-Ya no puedo más-. Dijo uno de esos dos cuerpos con la mirada afligida y todo el cuerpo lleno de sangre.
-No te atrevas a dar por vencido me oyes, si lo haces, de nada habrá servido todo lo que he hecho-. Contestó la otra figura que con fervor agarraba su mano.
-Es suficiente... nada de lo que hagamos servirá ahora, todo, todo en lo que creí...
-No te atrevas a decirlo-. Interrumpió uno de ellos-. Los dos saldremos de esto, los dos estaremos juntos por siempre, si te rindes ahora… si te rindes ahora todo… todo habrá sido en vano-. Gritaba uno de ellos desesperado hacia el otro, con voz entrecortada, había una fuerte fuerza que les impedía moverse y hablar con libertad, pero aun así mantenían sus manos agarradas, agarradas con el último aliento de vida que sostenían-. Oye, no te rindas-. Gritaba el otro-. ¡Oye! ¡¡Oye!! ¡¡¡Oye!!!
-Oye, Natsu ¿Hasta qué hora piensas seguir durmiendo?-. Se oyó una voz femenina y algo molesta.
Un joven de tez morena, tendido en la cama, despertó poco a poco para encontrarse con la figura femenina de pelo rubio que se encontraba mirándole frente a él.
-Oh, Lucy ¿qué haces aquí? -. Dijo algo aturdido por el sueño que evidentemente aún tenía, en muestra de ello lanzó un largo y profundo bostezo.
-¡¿Qué rayos crees que hago aquí?! ¡Vine a levantarte para irnos a clases!-. Dijo la chica de pelo rubio demostrando su obvio enojo hacia el casi peli rosa.
Natsu se quedó pensando por unos momentos a lo que la pelirrubia le había dicho, hasta que por fin reaccionó ante lo que eso implicaba.
-¡¡¡Es cierto!!! ¡Ya es muy tarde!-. Gritó fuertemente mientras saltaba de la cama para comenzar a cambiarse de ropa ignorando por completo que estaba haciendo eso frente a una chica, ala cuál parecía no importarle ese hecho.
-¡Rayos! ¡¿Cómo se pudo hacer tan tarde?!- Gritó Natsu mientras se aproximaban poco a poco hacia la gran entrada de la escuela cuyo nombre era Fairy Tail, un nombre extraño para una de las escuelas más importantes del país de magnolia.
-Estuve hablándote por un buen rato, pero no respondías, parece que tenías un sueño profundo-. Decía la pelirrubia mirando de una forma irritada al otro.
Una vez alcanzaron la entrada de la escuela, comenzaron a subir los escalones, hacia el edificio de la prestigiada escuela, al parecer no era tan tarde como pensaban ya que aún iban llegando muchos estudiantes para ese entonces.
-Parece que de alguna manera, logramos llegar a tiempo- dijo la pelirrubia al otro que iba caminando con un aire despreocupado y mirando al cielo.
-Tienes razón- dijo con aire desinteresado y no era de extrañarse tras ese extraño sueño que hacía unos minutos había tenido y aún recordaba con claridad "Sería yo el de ese sueño" pensó ignorando por completo todo, de pronto escuchó una multitud de gritos lo cual lo distrajo de sus pensamientos-. ¿Qué sucede?-. Volteó a buscar la fuente de los gritos, no se había dado cuenta de que ya habían llegado hasta el edificio.
-Rayos, Natsu en qué andas pensando-. Dijo la pelirrubia un poco molesta con él.
-¡Superior Gray!- Se oía el grito de muchas chicas al ver subir por las escaleras a un chico de tez blanca y pelo azul oscuro, de muy buen ver, con una gran "elegancia".
Natsu al verlo frunció el ceño.
-¿Qué sucede Natsu? ¿Por qué luces tan enojado?- Dijo la chica notando la casi graciosa cara del otro.
-No me gusta ese chico-. Dijo con desagrado.
-Es una lástima...-. Se oyó una tercera voz-, que una señorita tan linda como tú se vea atada con un sujeto como él-. Dijo otro chico que apareció de la nada, de pelo naranja y llevando unos lentes, señalando de forma casi grosera a Natsu.
-¡Loki!-. Gritó la pelirrubia al voltear a ver quién era.
-¡Qué rayos quieres!- Natsu le gritó en enojo al ver como se dirigía el otro chico a él de una forma grosera.
-Vamos cálmate, Natsu-. El peli naranja se le quedo viendo a Natsu fijamente por un largo tiempo.
- ¿Qué me ves? ¿Tengo algo raro en la cara?-. Natsu fue retrocediendo poco a poco al sentirse incomodo por la mirada del otro, sin notar lo que había por detrás de él, hasta que sintió que choco con algo cálido y suave.
-¡Deberías tener más cuidado por donde caminas, idiota! -. Dijo una voz fuerte y con un tono burlón hacia Natsu.
Natsu inmediatamente se percató de quién era contra el que había chocado-. Rayos ¿quieres pelear o qué? ¡Maldito Gray!-Dijo con un tono de voz grosero, mientras el otro se alejaba burlón seguido de varias chicas.
-Rayos no soporto a esos dos, me irritan demasiado-. Decía con rabia caminado por el patio de la escuela.
-Vamos Natsu sólo olvídalo y ya-. Decía la pelirrubia tratando de calmarle.
Fanfarrulló un poco, antes de detenerse por la atracción de un montón de voces cercanas, casi como si fuera algo gravitatorio se fue acercando hacia ese lugar a lo cual la pelirrubia solamente le siguió por lo bajo. Llegaron hasta una cancha de tenis donde había una multitud de chicas alborotadas y gritando miles de cosas, entre ellas se distinguían dos nombres “Superior Gray” “Superior Loki” Los nombres que Natsu menos quería escuchar en ese momento ya que tan sólo escucharlos era suficiente para provocar su repudio.
-Rayos esos dos siempre llamando la atención -. Dijo a regañadientes para sí.
Algo entre la multitud captó su atención, eran dos jovencitas que se hallaban sentadas en una banca cercana mirando un cuaderno de dibujo su atención fue captada a pesar de que si lo descubrían le tacharían de metiche.
-Y sabes pienso publicarlo…
Alcanzó a oír Natsu levemente, mirando fijamente el contenido del cuaderno observó dos figuras dibujadas, puso una vista muy aguda a ellos e inmediatamente reconoció que se trataba de aquellos cuyos nombres le causaban nauseas. Admirado por los buenos dibujos de la persona responsable de ellos, siguió mirándolos hasta que aquella que sostenía el cuaderno dio vuelta a la hoja y observó algo, que tal vez no debería haber visto.
-¡Waaaa!-Gritó Natsu al ver una escena comprometedora de esos dos explicitada en dibujo.
Las dos chicas que estaban sentadas voltearon a verlo apenadas.
-¡Idiota!-. Gritaron ambas alejándose de ese lugar.
-¡Natsu! ¡¿Qué sucedió?!-. Gritó la pelirrubia alterada ignorando por completo el ambiente, a lo lejos un chico de cabellos oscuros observaba fijamente al chico de tez morena comportándose tontamente con la pelirrubia y sonrió para sus adentros.
-¡Natsu! ¡Necesito que cuides a Happy mientas arreglo unos asuntos en el consejo estudiantil!-. Decía la pelirrubia imponente mostrando un pequeño gatito de un color peculiar, color azul, a su compañero sentado frente a ella, estaban postrados en un hermoso jardín donde se podía oír la brisa tranquila de los árboles, y observar el hermoso cielo que se abría paso entre el vasto mundo.
-Cómo sea, apresúrate-. Dijo despreocupadamente.
-Cuídalo bien, ¿de acuerdo?
-Sí claro, vete-. Dijo con un aire despreocupado nuevamente.
La peli rubia dejo sobre el pecho del chico al pequeño gatito, y se perdió entre una multitud lejana.
“Tranquilidad” Pensó el chico mientras observaba el hermoso cielo azul, quedo totalmente cautivado ante el panorama, que no sintió cuando el pequeño gato bajo de su pecho y se precipitó ante el piso. No fue hasta que escuchó a lo lejos el maullido del gatito. Que se dio cuenta de que no estaba.
-¡Oye!-Se levantó rápidamente el chico en alarma de lo sucedido. Miró a los alrededores, hasta ve que el gatito estaba por entrar entre unos arbustos hasta que eso fue un hecho, por lo cual Natsu se vio obligado a correr por él.
-¡Rayos! Gato tonto-.Al llegar hasta esos arbustos se dio cuenta de que no podía pasarlos por encima ya que había una estructura en su camino, así que decidió ver si podía pasar entre los arbustos al igual que el gato había hecho. Se abrió camino entre los arbustos, hasta llegar a un pequeño claro-, ¿Dónde estoy?- Fue cegado momentáneamente por la luz del sol, una vez aclarada su vista pudo observar con detalle lo que frente a él había.
Era una hermosa escena lo que se podía observar, bajo la luz del sol estaba un cuerpo semidesnudo, de piel blanca, con el contraste del sol, su pie parecía brillar, Natsu pudo apreciar que entre sus manos traía lo que estaba buscando.
-O-Oye-. Dijo acercándose con precaución hasta que pudo notar bien de quien se trataba esa persona. Inmediatamente emitió una expresión de repudio contra él.
-Vaya mira quién viene a visitarme-. Dijo el chico de piel blanca con una pequeña sonrisa en su rostro dirigiéndose tranquilamente hacia el otro.
-¡Rayos! ¡De todas las personas del mundo tenías que ser tú!- Dijo Natsu con el ceño fruncido mientras observaba como el otro se acercaba poco a poco.
-Vamos, no sé porque te comportas así de grosero conmigo-. Dijo el otro algo sorprendido por la forma en el que él actuaba.
En medio de todo ese vacío había un gran árbol, algo que no había notado en todo este tiempo que había asistido a esa escuela. “Vaya que es enorme” pensó Natsu mientras observaba al chico de piel blanca dirigiéndose hacia el tronco de ese árbol, para recoger algo del piso que inmediatamente lanzó hacia Natsu. El cual en defensa posó las manos frente a él y atrapó la cosa que le habían arrojado. Estuvo a punto de lanzar un rugido cuando de pronto fue interrumpido.
-Vamos come algo-. Dijo serenamente el otro mientras se tendía en el piso con el pequeño gato en sus manos-. Me imagino que aún no comes-. Sonrío un poco.
Natsu sólo asintió mientras observaba en sus manos un pequeño sándwich en su envoltorio. Este acto le hizo pensar que el chico no era tan desagradable como pensaba, y no era para tanto Natsu había desarrollado un repudio natural contra las personas ricas, observando como su maldad, avaricia y egoísmo es esparcida por el mundo sin nadie que les diga nada era algo que no toleraba por nada del mundo. Así que él se comportaba de esa misma manera con cualquier chico rico que conociera. Poco a poco se fue acercando hacia él. Terminó por sentarse un poco cerca de él, sentía que en el fondo no era un chico malo, así que decidió comer con él, sólo porque el hambre lo ameritaba. Pasaba el tiempo, pero parecía que todo iba lento, era una sensación extraña para Natsu el sentirse cómodo con alguien que no fuera Lucy, pero parecía que eso no sucedía esta vez. Era tan extraño que se perdió por un tiempo en sus pensamientos.
-Pensé que harías más escándalo, pero estás muy callado-. Dijo el de cabellos azules, tranquilamente mientras acariciaba al pequeño gato.
-¿Eh?- Por lo repentino de las palabras del otro no pudo pronunciar nada más que eso.
-Es agradable estar aquí, sabes. Hay mucha tranquilidad y paz-. Decía mientras perdía su mirada a través del claro.
Natsu sólo se mantenía callado.
-¿Puedes venir algunas veces?-. Dijo el otro con un poco de intranquilidad en su pronunciación-. Me siento extrañamente tranquilo contigo aquí.
Natsu se volvió hacia el otro y le miró.
-Claro que con este chiquitín también es genial estar-. Dijo mientras acariciaba al pequeño gato.
Natsu lo miró y sonrió levemente-. Cuenta con eso.
Pasaron los días y la visita de Natsu al lugar secreto de Gray se comenzó a volver algo habitual para él. Había días donde sólo pasaban el tiempo sin hablar nada, y otros donde hablaban de cosas extrañas, los días parecían irse rápidamente. Gray le había pedido de favor a Natsu que mantuvieran lo de su amistad como un secreto. No era porque se avergonzara de tener un amigo así, sino que parecía ser que siempre que tenía una amistad muy íntima terminaba metida en problemas a su causa, lo cual a Gray le causaba mucho pavor, y debido a eso era difícil para él mantener una relación de amistad duradera. Natsu no preguntó más y accedió fácilmente él sabía que tratarlo con repudio sería algo fácil a final de cuentas, algo que les causó mucha risa.
Los días parecían ir tranquilamente, y nada podía destruir esa magnífica rutina diaria, que se había forjado poco a poco…
Existe una leyenda, tan antigua que se ha empezado a dudar de su autenticidad, esta leyenda marca que cada periodo de tiempo en el mundo aparecerán dos guerreros, dos guerreros cuyos destinos están sumamente unidos, los cuáles poseen el poder necesario para rescatar al mundo del caos que amenaza en él, estos guerreros, serán tanto como el fin de una era como el inicio de otra, pero el verdadero misterio que hay tras ello, es quizás lo más enigmático de todo.
En una habitación oscura se hallaban dos cuerpos, uno reconocido como el otro sujeto hacia el que Natsu sentía repudio, Loki, y un cuerpo tendido en el suelo.
-¿Qué sucede, padre?- Decía el joven Loki con una expresión marcada de tristeza en su rostro.
-Pronto, pronto comenzará-. Mencionaba el cuerpo tendido con esfuerzo dirigiendo su mirada hacia el joven-. Pronto comenzará una vez más la legendaria leyenda… Loki, debes protegerlos, protégelos…- Decía con esfuerzo el cuerpo agonizante del padre del joven-. El día en que las estrellas se comiencen a juntar, es cercano… Loki tienes que proteger a los dos guerreros…
-¿De qué hablas, padre?-Decía con una expresión llorosa, conteniendo por mucho las lágrimas evidentes que imploraban por salir.
De repente el cuerpo de su padre quedo inerte, en desesperación comenzó a mover salvajemente el cuerpo de su padre, sin recibir respuesta alguna de él.
Parecía una tarde de otoño común sin nada fuera de lo peculiar, la pareja de jóvenes, Natsu y Lucy se hallaba en su camino al dormitorio de la escuela, que se hallaba un poco lejos de la cede oficial. Todo lucía tranquilo el paisaje en la ciudad era precioso era una ciudad muy tranquila, no había muchos transportes al parecer las personas aún optaban por hacer las cosas a la antigua.
Sin embargo en el fondo de todo, unos ojos maliciosos observaba con cuidado el andar de Natsu.
-¡Vaya! Con que ese es uno de los guerreros-. Dijo una voz brusca de un personaje que se hallaba oculto entre las sombras-. Será divertido… jugar un poco con él-. Dijo mostrando una sonrisa malvada.
Natsu se hallaba tendido en su cuarto viendo fijamente hacia el techo, estaba por caer el atardecer, y él seguía con la mirada perdida en el techo, no había mucho que pensar ni qué hacer, eran cosas que realmente le aburrían, pensaba que su vida común era muy aburrida, “ojalá fuera un poco más divertida” era lo que pensaba cuando por su mente se le pasó la imagen de alguien conocido para él. “Diablos, ¿por qué se me pasa él por la mente?” Giro sobre su cama para clavar ahora la mirada fija en su escritorio.
-¡Cómo sea dormiré hasta mañana!-. Al decirlo se envolvió entre las cobijas de su cuarto y se decidió a cerrar los ojos; aunque no duró mucho su tranquilidad cuando escuchó a alguien gritando por él.
-¡Natsu!- Gritaba una voz a lo lejos lo cual le alarmó, y no fue hasta que oyó un fuerte estruendo que decidió a levantarse.
-¡Qué rayos sucede!-. Salió rápidamente de entre las cobijas cuando sintió el olor a humo de algo quemándose en las cercanías, todo sucedió tan pronto que no pudo ni pensar en qué hacer al momento que vio a alguien entrar por la ventana y gritar “Te encontré”
Lo próximo que notó es que estaban sobrevolando los dormitorios, su vista se estaba algo borrosa. Y apenas y podía abrir los ojos.
-Hasta que despiertas, señor guerrero-. Dijo una voz fuerte y medio burlona, mientras se podían apreciar los gritos de mucha gente por debajo de él.
Natsu estaba sobre los brazos de un hombre algo robusto de pelo rubio y con una sonrisa que provocaba escalofríos, poco a poco pudo notar todo bien y tuvo las fuerzas para forcejar contra su captor.
-¡¿Quién rayos eres?!- Dijo Natsu mientras dirigía su puño hasta el rostro de aquél ser.
Justo cuando estuvo a punto de golpearle el otro le detuvo, sosteniendo su puño con una de sus manos. Agarró su mano y comenzó a apretarla fuertemente.
-¡Agh!-. Gritó para expresar el dolor que sentía.
-Es una lástima, que alguien-, el sujeto de pelo rubio se acercaba lentamente a la cara de Natsu-, como tú-, le tomó de la barbilla y después lamió su rostro-, tenga que ser eliminado por mí.
Natsu frunció el ceño y no podía evitar sentirse con un fuerte enojo.
-¡Diablos! ¡Suéltame!-. Natsu gritaba desesperado, mientras sentía como con más fuerza el otro sujetaba sus manos.
-Vaya, no puedo creer que seas uno de los guerreros, siendo tan débil-. Decía el tipo rubio con algo de decepción en su tono. De pronto sintió que algo le rosó el rostro.
-¡¡¡Oye tú!!! Maldito musculoso suéltalo-. Gritó una figura desde las lejanías, a lo que Natsu se volvió para distinguir que era su amigo secreto Gray, quién traía consigo un arco con el cuál lanzó una flecha hacia el sujeto que le atacaba.
- Cómo digas-. Sonrió el sujeto malicioso y no se pudo evitar saber su plan al ver la considerable altura a la que se encontraban-aproximadamente 30 metros sobre el piso- y dejarlo caer desde ahí significaría la muerte o al menos graves heridas.
Gray vio como el otro sujeto dejó caer a Natsu ante la escena se precipitó rápidamente para tratar de atraparlo antes de que cayera al piso.
-¡Maldición!-. Gritó Natsu mientras caía, pero algo captó su atención mientras eso sucedía, los dormitorios donde Lucy se hospedaba estaban derrumbados.
-¡Lucy!- Gritó Natsu desesperado al ver la escena y pensar lo peor que hubiera podido ocurrir a su preciada compañera.
Gray seguía corriendo mientras miraba como cada vez más Natsu se hallaba más cercano al piso.
“Lograré llegar a tiempo, maldición” La desesperación por salvarlo, por llegar a tiempo cada vez era más inminente. Quería llegar a tiempo y salvarlo, que nada le pasara a su preciado compañero, a su preciado amigo.
Justo antes de llegar al piso Natsu sintió y preparó su cuerpo para la sensación que estuviera a punto de recibir.
“Esto es el fin ¿cierto?” No pudo evitar pensarlo, pero cuando estuvo a punto de tocar el piso sintió algo cálido abrazándolo, era Gray quién había llegado a tiempo para atraparlo antes de caer, por la fuerza del impacto y la velocidad con la que había corrido gray rodaron un poco en el piso, hasta quedar completamente tendidos sobre él.
-¡Rayos, lo logré justo a tiempo!-. Sonrió Gray, para sí, cuando observó como el otro se hallaba inmerso en el terror.
-Na… tsu…
Gray dijo levemente mirando como la serena y divertida cara del otro de pronto se había sumergido en el temor.
-Vaya, miren nadamas tenemos a los dos guerreros juntos-. Dijo el tipo que había dejado caer a Natsu previamente.
Gray se posó delante de Natsu.
-¡No te atrevas a acercártele más, mierda!-. Dijo gray con una mirada ferviente en su rostro. Lanzó su mano hacia Natsu, al tomar la mano del otro de pronto un gran resplandor empezó a emanar.
-Qué sucede…-Dijo Gray antes de ver una gran explosión de luz.
-¡Mierda!-Gritó el tipo rubio-, han despertado, será mejor irme-, justo después de decir eso desapareció en el aire.
La luz comenzó a expandirse como una enorme bola de luz siendo observada desde lo más lejano.
A partir de ahora sus vidas normales comenzarían a cambiar un gran cambio y un destino que no podrán evitar pasar.
Este es el primer capítulo de mi primer Fanfic Gray X Natsu que he estado planeando desde hacía ya mucho tiempo, estará algo basado en la historia de Kannazuki no Miko; aunque son sólo algunas cosas. Espero que les gusté actualmente la tengo planeada para 12 capítulos; aunque puedo asegurar que serán igual o más largos que este, pero espero me sigan, y yo espero poder estar subiendo de a uno cada semana, en lo que desarrollo la planeación es dificil describir lo que uno planea u.u bueno si hay más fans de esta pareja no duden en mostrarselas *-* y diganme que les pareció el primero por fis.
